BEIGE


Una tarde pensamos en la muerte.
Que era el fin de nuestros días.
Días caminando juntos.
Piel con piel.
Siendo tan jóvenes,
es fácil pensar en lejanía.
He parado la vista en aquel momento,
cuando todo parecía infinito,
la música no paraba nunca
y todas eran tardes de sol.
Quien cogiera hoy tu mano,
y la llevara en suspensión,
hasta la habitación del tiempo,
que nunca muere en mi olvido.